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Soy Emilio y esta es mi historia




¿Quién soy? Todos los días redefino mi respuesta. A veces regreso a ser el naturalista que fui durante mis viajes por el Amazonas, el voluntario con un gigantesco ¡sí! ante la vida que ve todo momento como una oportunidad para ayudar. A veces soy el godín dedicado a cumplir metas con eficiencia y eficacia. Últimamente he sido un empresario siguiendo sus pasiones construyendo una gigantesca red de empresas que al trabajar en conjunto se beneficien mutuamente y genere bienestar social, ambiental y económico.




La naturaleza, la escritura, los negocios y el deporte han sido mis grandes pasiones en la vida, esta aventura de crear “Evoluciona” es mi intento de juntar todo en un solo espacio que me ayude a crecer como persona y a compartir mi mentalidad de bienestar con la mayor cantidad de personas para mejorar la vida de todo ser vivo en el planeta Tierra.



Trayectoria

Desde que tengo memoria practiqué deportes, esto formó la base de mi personalidad por mucho tiempo y mis prioridades en el día. La escuela siempre fue algo secundario, lo principal siempre era moverme. Claro que por esto fui categorizado por los adultos como un niño con TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) lo cuál también tomó un rol significativo en mi personalidad como una de las chispas que encendería mi depresión algunos años después. El sistema educativo había fallado catastróficamente conmigo, al yo considerarme como un inepto, eso se convirtió en mi realidad. Fue por una gloriosa coincidencia cuando descubrí que algunas personas me consideraban inteligente y en ese momento, cuando entró en mi mente la posibilidad de serlo, comenzó mi desarrollo subconsciente para convertirme en la mejor versión mía que podía existir.


El deporte me acompañó a lo largo de la universidad donde estudié Administración de Empresas en la UDLAP. Aquí desarrollé las habilidades y adquirí el conocimiento para hacer funcionar una empresa, adentrarme en el mundo psicológico del ser humano y agregué a mi lista de pasiones la escritura. En mis prácticas profesionales (que luego se convertiría en mi primer trabajo formal en una casa de bolsa) adquirí la disciplina del trabajo y experimenté la vida diaria de un empleado. Todos los días encontraba nuevas cosas que se podrían mejorar en la dinámica de una oficina para agrandar el bienestar mental y físico de mis compañeros. Sin saberlo, estaba identificando los problemas que mi futura empresa se dedicaría a resolver.


A media pandemia, decidí que el trabajo que hacía no se acercaba a explotar el potencial que tenía por ofrecer, el problema era que no estaba muy seguro de lo que podía hacer. Me inscribí en cursos de creación literaria para desarrollar mis habilidades de escritura y meter en el panorama la posibilidad de ser un autor; lo que sucedió es que conocí decenas de escritores latinoamericanos a través de sus historias y poemas. Decidí que tenía que conocer sus países para entender mejor sus personajes y sus problemas, así que renuncié y emprendí un viaje por 6 meses en varios países Latinoamericanos.


Las experiencias que viví y las reflexiones que hice fueron los regalos más grandes que he obtenido, pues encontré la fórmula del bienestar, cómo aplicarla sin error en mi vida y vi la facilidad con la que se puede compartir en personas y finalmente en organizaciones. Lo mejor de todo es que mejorar la calidad de vida de las personas está directamente relacionado con las acciones para ayudar al planeta con todos los temas ambientales.

Por fin voy a dedicar mi vida a practicar mis grandes pasiones y contagiar mis métodos de felicidad a todos los que lo necesiten.