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Amazonas P2 - Cacería, tradición y aprecio.



La cacería en el Amazonas es una práctica cultural enraizada por la supervivencia del humano en este ambiente. La práctica los conecta con sus antepasados al recordar sus enseñanzas y refuerza los vínculos de la comunidad al compartir alimentos. La cacería es parte de su tradición indígena, su legado de conocimiento y conexión con el ambiente. Creo que debemos aprender a relacionarnos nuevamente con nuestro entorno para rescatar el respeto que la naturaleza merece. En la civilización actual el consumo de carne ha creado una industria mecánica, nos ha hecho perder la noción que una vida fue terminada para poder consumir su cuerpo, esta ignorancia genera antipatía al respeto de nuestra propia vida, dando inicio también a los múltiples problemas ambientales que esta industria genera.






La cacería me ha devuelto el aprecio y agradecimiento del consumo carnívoro y lo que representa para el ciclo de la vida.







“An ant is no lesser life than a human” -Sadhguru


Pienso seguido en lo que pasará cuando mate un animal terrestre. ¿Será diferente a matar un pez o un gusano? No creo, he notado que todas las vidas que he terminado tienen una personalidad, una forma única de ser que los hace dignos de reconocerse como vida. También me he percatado que un ser viviente demuestra la esencia de su carácter cuando reconoce su cercana muerte. Como si su cuerpo y mente se convirtieran en el agua cristalina de un manantial, dejando ver en toda su luz la forma de su alma. Cada gusano tiene una reacción diferente al ser retraído de su hogar y empalado con un anzuelo, los peces igual. Algunos luchan y se retuercen hasta su última reserva de energía, otros permanecen inmóviles evitando aumentar su dolor. ¿Cómo será sentir la mirada de la presa, escuchar su sollozo y envolverla en mi poder dominante para terminar su vida



La primera vez que maté un pez, sí sentí remordimiento por la infortuna de aquellos animales que tuvieron que morir para mi prosperidad. Lo peor fue el uso de mi brutalidad completamente innecesaria (brutalidad por la raíz de bruto), según yo rebanarle la cabeza con un machete era más compasivo que dejarlo media hora fuera del agua hasta que se ahogara, pues no. Mi primer error fue usar un machete roto y sin filo por lo cual me tomé 4 o 6 golpes hasta finalmente separar su cabeza. El pobre pez desfigurado seguía vivo en cada uno de esos golpes; una lección dura, pero aprendí de mis errores.



La cacería


Fue cuando escuché el cuerpo del mono caer en el suelo acolchonado de la selva que me dí cuenta de los límites morales concierne a la caza. Ese sonido de ramas crujiendo en pánico, como un intento desesperado de rescate, seguido por el tambor mudo que hizo el cuerpo sin vida del mono. Mi contemplación interna no fue de horror, tuve curiosidad de ver a la presa. Esperaba que brillara en mi interior una idea justificando la brutalidad y atrocidad de las leyes naturales de matar, no fue así. En la dinámica salvaje de la selva la vida funciona a través de la muerte, los humanos, al tener la opción y el conocimiento de evitar el asesinato para nutrirnos, debemos ser la creatura evolucionada en la tierra con el poder de perdonar las vidas que no necesitan morir.